Diez Negritos de Agatha Christie

Te reto a que no te guste.

“Diez Negritos” relata la historia de diez personas que son invitadas por un tal Mr. Owen a pasar una semana a la Isla del Negro, todos por distintos motivos. Sin embargo, al llegar, se dan cuenta de que su anfitrión no está y que aquel lugar es bastante tétrico. En cada habitación hay una canción de cuna que describe diez muertes y sobre la mesa del comedor se mantienen diez estatuillas.

Así, en aquel curioso ambiente, comienzan a morir algunos de los invitados… y lo más extraño es que sus muertes coinciden con la descripción de la canción de cuna y tras ellas las estatuas del comedor van desapareciendo una a una.

Uuufffff… Esta es una de esas novelas que me mantuvo todo el tiempo intrigada y sin poder soltarla durante 24 horas (tiempo que tardé en acabarla, porque sencillamente me fue imposible aguantarme por saber el final jajaja).

El misterio está muy bien construído, no escatima en descripciones tediosas sino que se centra en dar a conocer la personalidad y pasado de los personajes, junto con desarrollar las circunstancias en que las muertes que se producen.

Esto permite al lector armar sus propias teorías (aunque, seamos realistas, casi nunca se cumplen), intentando resolver las dos grandes interrogantes del libro: ¿Son estas muertes naturales o existe un asesino suelto en la isla? Y de ser así, ¿quién es el culpable?

Una de las cosas que más me gustó, en comparación a otras novelas de Agatha, es que esta vez no había un salvador detective y que fueran los mismos (y humanos) visitantes quienes tuvieran que resolver el caso. En este sentido, logré empatizar mucho más con las conclusiones que sacaban que con las resoluciones de Poirot (clásico detective de las novelas de Agatha Christie).

Este es, sin duda, uno de los mejores libros de misterio que he leído y ¡no puedo dejar de recomendarlo!